¿Dónde demonios van a parar todos esos tornillos, tuercas, tapones, cables, pequeñas piezas de desgaste, galletas, dulces o incluso cartas de amor? ¡Una lata o un contenedor como el de BMW sería ideal! Plano, resistente, de chapa de acero, bonito y apto para todo, excepto quizás líquidos.