Las propiedades básicas de un contenedor de aromas incluyen la fiabilidad de que ningún aroma se escape ni entre accidentalmente, alterando así su aroma. Todos conocemos, por ejemplo, los posos de café, que recuerdan menos a un aroma reconfortante que a productos de limpieza, grasa de cocina, gasolina u otras maravillas. Todo esto se debe a que el contenedor no es completamente hermético. El contenedor de aromas BMW *Drivers Only* protege sin duda su contenido y aroma.
BMW mira por todos lados